EL ARCHIVO DEL MONASTERIO DE SAN JERÓNIMO DE LA VALL DE EBRON

 

EL ARCHIVO DIOCESANO DE BARCELONA

Rdo. JOSÉ SANABRE, Pbro.

Després de la
incorporació l’any 1902 a l’Arxiu Diocesà, del que quedava de l’arxiu de Sant
Jeroni de la Vall d’Hebron a la rectoria d’Horta pel canonge Gaietà Barraquer,
amb una primera ordenació de l’arxiu per part de Josep Peray, poca cosa més
s’havia escrit sobre aquest important arxiu.

El prevere Josep Sanabre, l’any 1947, reconegut
historiador i arxiver, en parlar de l’arxiu Diocesà en el seu llibre (EL
ARCHIVO DIOCESANO DE BARCELONA), fa una breu descripció de la  història i posterior recuperació l’any 1902
de l’arxiu de Sant Jeroni, data a partir de la qual va passar a formar part, de
manera definitiva, de l’important fons que serva l’Arxiu Diocesà de Barcelona.

Per les explicacions
facilitades per Mn. Sanabre, podem constatar que poca cosa s’havia fet en
relació a l’ordenació de l’arxiu, tret de la seva salvaguarda i custòdia en
millors condicions de les que podia estar a la rectoria de la vella església de
Sant Joan d’Horta. Ara bé, no consta que al marge d’una esquemàtica distribució,
s’hagués procedit a la seva sistemàtica catalogació, aspecte aquest que no
s’emprendrà fins a finals del segle XX.

Avui, procedim a recollir el que Josep Sanabre
i Sanromà escriu en aquest llibre, tot i que de manera  molt breu, el relatiu al nostre monestir i al
seu important arxiu.

Lluís Jordà i Roselló

EL ARCHIVO DIOCESANO I. Rvdo. José Sanabre Pbro. Fidel Rodríguez Impresor. Barcelona 1947 (Pàgs.
116 a 118)

Josep
Sanabre(1892-1976)

LXXXV. MONASTERIO DE SAN JERÓNIMO DE LA
VALL DE EBRON

“Uno de los
conventos de los alrededores de la Ciudad de Barcelona que se extinguieron a
consecuencia del movimiento devastador de 1835, fué el de San Jerónimo de la
vall de Ebrón; però si dejó de existir la institución, no desaparició totalment la documentación, testimonio de su
historia, diferentemente de lo sucedido con otras muchas que perecieron a causa del fuego o del abandono, que consumo su ruina.

Este monasterio,
situado cerca del camino de Barcelona a San Cugat del Vallés, al noroeste de la Iglesia parroquia de San Ginés de
Agudells, fué fundado por por los
Jerónimos en 1393, con la protección de la reina de Aragón Dª Violante,

En los años
posteriores se granjeó el efecto de muchos barceloneses y extendió su influencia y jurisdicción  por sus
alrededores, ejerciendo  estas últimas  en las parroquias  de San Ginés de Agudells, Horta y  Sardañola.

En julio de 1835
el monasterio fué asaltado y devastado, pero los acontecimientos dieron tiempo
a traslladar una buena parte del archivo a la casa rectoral de San Juan de Horta,
en donde estuvo depositado hasta el 19 de novembre de 1902, en cuya fecha, por
disposición del Excmo. Sr. Cardenal Casañas, obispo de Barcelona, fué recogito
por el meritísimo investigador canónigo Dr. canónigo Dr. Cayetano Barraquer y
el archivero  diocesano Sr. José Peray, y
trasladado al Archivo Diocesano. Según 
nota  del encargado  de la Vicaría de San Joan de Horta,
<fueron entregados  seis sacos de
documentación, conteniendo  nueve
paquetes de pergaminos y treinta y seis de papeles>
(1).
La historia de este Archivo,  durante
el siglo pasado, la narra  el doctor
Barraquer; la realidad no puede ser más dolorosa, y el comentario del ilustre
historiador, oportunísimo.
(2)

El desorden en que hemos encontrado  esta serie al clasificarla para redactar
esta nota-resumen, indica su estado al ser trasladado a nuestro Archivo. No
obstante, hemos de señalar que de ninguna casa de religiosos de la diòcesis se
guarda en nuestro Archivo tan abundante documentación como del Monasterio de
San Jerónimo de la Vall de Ebrón. La otra parte, que en los días del asalto del
Monasterio fue escondida en casa de un buen amido del convento, lentamente fué
desapareciendo hasta no quedar resto de la misma.

La documentación de esta serie  no solamente tiene interés para la historia de
la institución a que perteneció, sinó también a las parroquias que de él
dependieron durante mucho tiempo: San Ginés de Agudells, Horta y Sardañola;
también muchos documntos se refieren a Tamarit (Tarragona), legados al convento
por Jaime Cristóbal de Guimerà en 1613. La resistència de los habitants de
Tamarit a satisfacer al convento lo que acostumbraban a su antiguo señor,
motivó reclamacions y pleitos  de los que
dan  testimonio numerosos documentos. Lo
mismo se puede afirmar de otros documentos que el mencionado Guimerà poseía en
Ciutadilla.

Aunque esta sèrie no està ordenada totalment,
vamos a dar una impresión general de la misma. Unos seicientos veinte
pergaminos, entre los cuales se encuentran algunas bulas pontificias y no pocos
privilegios reales, testamentos, ventas, establecimientos de censos, ápocas. Un
registro con las profesiones de los religiosos, 1669-1805; otro con las defunciones,
1809-1835, y eñ registro de actes de sesiones de la comunidad, 1753-1835.
Quince libros y cuadernos de las rentas de la casa, en los que se registraban
los derechos del Monasterio; destacando entre ellos un estudio sobre la rodalia
redactado por Bruniquer, desgraciadament muy mutilado; y un índice general de
todas las pensiones que percibía el convento. Ocho registros y pequeños
cuadernos sobre la celebración de missa. Cuatro registros de contabilidad de la
casa y cuatro grandes legajos de establecimiento de censos, ventas,
testamentos, inventarios, etc.; otro con procesos relacionados con los derechos
del convento; cuarenta y un expedientes para demostrar la pureza de sangre de
los miembros de la comunidad; siete manuales notariales, etc.

Hemos indicado que solamente  una parte del archivo de San Jerónimo de la
Vall de Ebrón fué trasladado al archivo Diocesano; però se salvó de la
destrucción un registro índice del
patrimonio documental de aquel
Monasterio, clara demostración de la importància de aquel archivo”.  

NOTES A PEU
DE PÀGINA

1.-  Caja documentos
historial del Archivo Diocesano.

2.-  <Excursió a Horta, 19 agost 1877. Reunits en la
Rectoria d’Horta, ahont restan ignorats l’arxiu y biblioteca del monestir de sant Jeroni 
de Vall d’Hebron, lo president sr. Fiter e Inglés, lo tresorer. Marsal Ambrós,
D. Josep Navarra i lo infrascrit (D. Eudald Canibell), a tres cuarts de deu del
matí, per e investigar la munió de interessants documents que existeixen en las
golfas, comensàrem fer l’escorcoll per los llibres que formarian part de la
biblioteca, dels que l’infrascrit n’alsa un petit inventari. Seguidament
regiràrem interessantíssims plechs de privilegis reials de nostres celebrats
comtes reys. Restan allí documents del sigle XI y de tots lo succesius fins al
actual, rivalisant en importància. Més que notable es la col·lecció sigil·logràfica
que allí brilla, no menys ho és la dels autografos cèlebres d’un interès
inestimable. Entre els manuscrits notables que vegerem figura en primer lloch
l’immens volum de las biografias dels monjos de sant Jeroni de Vall d’Hebron y
un notabiliari de la família Pellicer, part en pergamí qual notable portada
ostenta l’escut da la família magníficament il·luminat.   

Bellas, variadas y originals en extrem son
moltes de les inicials dels documents per lo que es recomanan alguns com a
travall caligrafich. A fi de ordenarho, en lo que fos possible, ferem varies
divisions retirant apart lo que d’aprop nos interessava,
demanant al Sr. Rector (Tomàs Casas) que ho cedís a l’Associació, tota vegada
que es forma un arxiu en lo que seran 
conservats aytals documents del modo degut, com a tresor historich que
son. Va cedirlos y desde avuy lo nostre arxiu ja es rich…>

<Muy de alabar creo el espíritu de
investigación y amor a la tierra del relator, mi muy querido amigo y príncipe
en las artes del libro, però muy digno de censura el infiel guardador de dichos
documentos que, sin derecho a disponer de ellos, fàcilment los cede. Condolido
profundamente por la fràgil custodia de las riquezas arqueológicas que quedaban
en Horta, el que escribe estas líneas en 1902, acudió al señor cardenal obispo de
Barcelona, el cua, por oficio del mismo mes y año comisionó al Rvdo. Sr. Dr. D.
José María de Alós, D. José de Peray y March, archivero del Palacio Episcopal,
y a mi, para recogerlos. En 19 de novembre del propio 1902 los trasladamos al
Archivo episcopal de Barcelona. Però ¡Oh dolor!, solo un sello de cera hallamos
en ellos y esto nos hizo sospechar si, como los sellos, habrían, en el lapso de
1877 a 1902, desaparecido aquellos documentos, además de los cedido s.> (BARRAQUER,
Cayetano. Los Religiosos en Cataluña, vol IV, pag. 141)


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